miércoles, 21 de mayo de 2014

Gru y la Cultura de Masas


De todos los tipos de cultura, esta obra pertenece a la cultura de masas, ya que es una película dirigida a un público infantil, que todo el mundo puede ver y entender, sin tener en cuenta la clase social a la que pertenezcan o el nivel de educación que tengan, ya que no exige al público una formación especializada.

Siendo una película estandarizada, dirigida a un público masas, consumista y capitalista, que iguala al público y trata a todo el mundo por igual, predomina el consumidor mudo y pasivo de clase media, que se caracteriza por emitir respuestas pavlovianas (estímulo-respuesta), ya que al darte todo hecho no te invita a pensar ni a cuestionarte nada, dejando muy poco espacio para la imaginación y anulando la particularidad  que tiene cada persona. 

Un ejemplo de cultura de masas es la opinión que tiene sobre ella Bernard Rosenberg [1] en su libro “La Cultura de Masas en Estados Unidos”:

“En la cultura de masas, la gente se vuelve deshumanizada, insípida, llevada por la ansiedad; es explotada, engañada, abandonada, envilecida y sus vidas son estandarizadas, vulgarizadas y manipuladas por la cultura de masas, que es una amenaza a nuestra autonomía, y esta situación es exacerbada por cosas como la ficción anémica, películas vulgares, dramones patéticos, creando en el público una angustiosa vida vacía de sentido y trivializada. Así como la alienación la que lleva a esa horrorosa realidad, el hombre-masa”.

Esta película refleja un claro ejemplo del hombre-masa que define Bernard Rosenberg, los minions, una multitud de esclavos, aparentemente iguales, que sólo viven para obedecer a su amo, al que adoran y ven como un Dios, vestidos con el mismo mono de trabajo con el emblema de Gru, expresan que ya forman parte de su propiedad. 

En la que se muestra a una raza creada solamente para servir a Gru, oculta y sometida, que vemos con buenos ojos sólo porque se refleja en unos personajes simpáticos, divertidos y carismáticos, sin un ápice de maldad. Donde se puede identificar a la actual clase media explotada y trabajadora, con bajos sueldos. 





Asimismo, es una película que potencia principalmente el entretenimiento y surge de forma paralela a la producción masiva, un ejemplo es que desde que se estrenó la película no hemos parado de ver por todas partes numerosas variedades de productos en los que los famosos “minions” son los protagonistas, y donde podemos decir, que ya forman parte de nuestra cultura. 

Estos son algunos ejemplos de productos estandarizados, dirigidos a un público que se percibe sin particularidad para garantizar el sistema de producción capitalista y mantener el estado de barbarie característico del público de masas: 




Por otra parte, también podemos ver cómo en la película se hace una crítica a la actual sociedad capitalista y una reflexión sobre la tecnología, ya que se muestran las dos caras del consumismo, a través de dos villanos completamente diferentes:

Por un lado está Vector, un villano consumista con rasgos futuristas que cuenta con todos los avances tecnológicos del mercado. Pero a pesar de esto, es una persona que está aislada del resto del mundo en su casa-fortaleza y que no tiene apenas comunicación con el exterior. Si no está cometiendo un crimen está encerrado en su casa, con el tiburón que tiene como mascota,  jugando a los videojuegos o viendo documentales sin moverse del sofá, y dónde solamente tiene una relación afectiva con su padre.







Y por otro lado está Gru, un villano “anticuado” con rasgos góticos y medievales, al que le gusta llevar la contraria, no le importa no tener los últimos avances tecnológicos y ser diferente al resto, ya que a pesar de que sea una persona antipática y desagradable, que sólo se relaciona con el exterior para cometer maldades, sí que tiene relación con el resto del mundo, y a diferencia de Vector, siempre le podemos ver rodeado de gente, como el Dr. Nefario, su madre, los minios, las tres niñas o Kyle, su perro.


Por lo que la película tiene una pequeña moraleja, en la que enseña a los niños que por mucho dinero o avances tecnológicos que tengas, eso no es lo que de verdad te va a hacer ser el mejor, tener más amigos o ser más feliz, ya que lo que de verdad importa es la familia, la amistad y el compañerismo, donde la unión hace la fuerza.


[1] Cultura de masas. RINCÓN DEL VAGO [en línea] [Consulta: 13 de mayo]. Disponible en: http://html.rincondelvago.com/cultura-de-masas.html

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